Yurena Mendoza es exjugadora de Liga Femenina 2 y 1ª Naciona, y actual entrenadora de categorías base en la isla de Gran Canaria. Como jugadora comenzó entrenando en La Goleta para jugar hasta junior en el CB Islas Canarias y posteriormente pasar por Cáceres, Universidad de Oviedo, NOU Castalón, Ros Casares y CB Claret. En su papel como entrenadora comenzó dirigiendo equipos en Valencia con Maristas, CB Claret y SD Pilar, tras la etapa peninsular regresó a Gran Canaria donde estuvo un año en el CB Islas Canarias y actualmente entrena en el Canterbury. La pasada temporada se alzó con el Campeonato de Canarias Premini Femenino.

Su amplio conocimiento del baloncesto femenino nos ha llevado a sentarnos con ella dentro del proyecto 5más+ para hablar sobre este deporte, sus carencias y sus posibilidades.

  • ¿Por qué decidiste hacerte entrenadora de baloncesto?
  • El baloncesto para mí es un estilo de vida, algo que me apasiona y durante mis últimos años de jugadora comencé a notar que los entrenamientos de mucho ritmo y poco detalle me resultaban un tanto vacíos, y sin embargo, me fascinaban aquellos en los que se trabajaba el detalle. Así me descubrí pensando en las indicaciones que daba el entrenador, los planteamientos de partido y otros aspectos que corresponden al cuerpo técnico. Pensar en cómo explicar a niños y niñas hacer algo tan básico como una entrada me llevó a empezar a ver entrenamientos de iniciación y de aquí ya di el salto a ser entrenadora. Esta época coincidió con el inicio de mi mejor amiga como entrenadora y fue genial compartir este vicio. Tengo grandes recuerdos de la época de los cursos de entrenadora.
  • Durante tu trayectoria como entrenadora has dirigido a más equipos femeninos que masculinos, ¿esto se debe a alguna razón?
  • Me encanta el baloncesto femenino. Sé que algunos entrenadores lo tachan de aburrido porque creen que las diferencias físicas con el masculino le resta espectacularidad, no hay tantos tapones a muchísima altura o difícilmente se ve un Alley oop, y estas diferencias físicas existen pero a mí me encanta ver a un equipo de chicas siendo valientes y guerreras, jugando al máximo de sus posibilidades, aplicando técnica individual y conceptos adaptados a sus límites físicos. El baloncesto femenino me parece un juego mucho más inteligente, por eso he entrenado más a equipos femeninos.
  • ¿Crees que se ha evolucionado en cuestiones de prejuicios o estereotipos sobre las mujeres entrenadoras? ¿crees que aún somos percibidas como una figura de menor autoridad que un hombre?
  • Siendo sincera, sí que creo que en determinadas categorías los jugadores no se toman igual la exigencia o creen menos en lo entrenado por una mujer. Los casos exitosos que existen creo que tienen un mayor esfuerzo y trabajo detrás que en el caso de los hombres. Habrá que preguntarle a Becky Hammon por su experiencia en San Antonio, a Carmen Lluveras con Unicaja o a Bea Pacheco que en la actualidad entrena a un EBA. Yo he llevado categorías inferiores y en este rango no tenemos que luchar tanto.
  • Has sido madre hace menos de dos años, ¿compatibilizaste bien el embarazo y la rutina de entrenamientos? ¿Te está siendo fácil compatibilizar maternidad y tus compromisos deportivos?
  • Compatibilicé al 100% embarazo y baloncesto, di a luz un sábado y el día anterior salí del entrenamiento a las 20:30. Cuando estaba en la sala de monitores antes de pasar a paritorio le dije a mi pareja que llamara a los entrenadores del club para advertirles que yo tenía las licencias en casa.  Creo que esto sólo es comprensible para gente que le apasione el baloncesto. Mientras estaba embarazada entrenábamos 5 días a la semana, dos horas cada día, y yo entrenaba sin sentarme ni un minuto e incluso me ponía a postear para enseñar movimientos a las pívots y les pedía que tuviesen cuidado con mi barriga. Mi embarazo mientras entrenaba trajo consigo muchas anécdotas como mi madre acompañándome desde la semana 36 a todos los partidos porque estaba convencida que me pondría de parto mientras dirigía. Es muy difícil compatibilizar ambas cosas, mi hijo nació en marzo y mes y medio después jugábamos la fase final de Gran Canaria. Eso supuso que yo estuviese dirigiendo partidos cruciales en pleno periodo de adaptación entre los dos, en una época de lactancia, de cólicos… y fue complicado, muy complicado. El baloncesto te tiene que gustar mucho para dejar a tu hijo de dos semanas en casa dos horas y media para ir a entrenar o a un partido. Además, es algo que no termina, ahora tiene 20  meses y va conmigo de pabellón en pabellón, jugando con los hermanos y hermanas de mis jugadoras, con los padres, etc. A todo esto se suma que mi pareja también es entrenador así que, lo único que espero es que no lo aburramos antes de que pueda probar si le gusta o no el baloncesto.
  • ¿Crees que hay entrenadores y entrenadoras que plantean diferente baloncesto para niñas y niños?
  • Sí, de hecho yo soy una de ellas. Hay cosas que se pueden entrenar con chicos por su físico y en chicas no es igualmente posible. Pero es importante no confundir esto con trata a las jugadoras como frágiles, debemos exigirles el máximo de sus capacidades, que utilice su cuerpo, que luche cada balón, estas exigencias son unisex y tienen que pedirse igualmente a niños y niñas.
  • ¿Has detectado alguna diferenciación en el trato de padres y madres con respecto a sus hijos e hijas jugadores?
  • Sí, en muchas ocasiones. En especial cuando entrenas categorías de pequeñitas, los padres y madres tienden a correr hasta el banquillo si la jugadora se cae, esto también sucede en masculino pero en menor medida. Además, si llega un entrenador o entrenadora exigente los padres de jugadoras suelen estar muy alerta las primeras semanas. En chicos te escuchan, ven un día lo que les exigen y se marchan.
  • ¿Animas a tus jugadoras a ver baloncesto femenino? ¿Ellas conocen ejemplos de jugadoras profesionales?
  • Les pongo ejemplos de jugadoras a la que valoro por su forma de jugar, para cada habilidad tengo a una persona pero no siempre son de élite. Lo que sí hago es animarlas a ver baloncesto femenino de otras categorías distintas a la suya, casi siempre de categorías superiores.
  • ¿Qué crees que hace falta en el baloncesto base para conseguir incrementar el número de equipos inscritos?
  • Sólo hace dos años que regresé a Gran Canaria y no puedo hacer una valoración en profundidad pero creo que existe poca promoción en los colegios públicos. Casi siempre la niña que llega a los clubes es porque algún familiar es conocido de alguien de un club o les llegó la información a través de alguien casi de casualidad.
  • ¿Crees que el número de entrenadoras se incrementará en un futuro próximo?
  • El año pasado dirigiendo en categoría Premini y Minibasket femenino me sorprendió que excepto Claret, el resto de equipos eran dirigidos por entrenadoras. En mi época era todo lo contrario. Creo que la tendencia en mujeres entrenadoras es creciente, sin embargo creo que es difícil encontrarlas con gran recorrido ya que la maternidad en edades comprendidas entre los 20 y los 30 puede frenar tu desempeño como entrenadora porque debes tener muy claro que esto te apasiona y que cuentas con ayuda, de lo contrario lo normal es que abandones el rol de entrenadora.