La selección española se ha impuesto este domingo a la de Bélgica, logrando de esta manera la tercera plaza de la Copa del Mundo Femenina 2018 que desde el pasado día 22 se está celebrando en Tenerife. Las jugadoras de Mondelo han celebrado la medalla por todo lo alto con todo el público que se ha dado cita en el Santiago Martín, quienes no han dejado de animar durante todo el choque. Su Majestad la Reina Doña Letizia estuvo presente en el choque y felicitó a las jugadoras del combinado nacional.

Empezó España el choque con dudas ante el siempre vistoso equipo belga, que superó a las españolas en el primer tramo de partido (3-10), momento que aprovechó Mondelo para pedir su primer tiempo muerto. El técnico movía la rotación pero algo no funcionaba en la pista. Cambio en el interior para mejorar las opciones, aunque el principal problema estaba en cancha defensiva. Tanto, que Bélgica llegó a alcanzar los 10 puntos de ventaja (5-15). Alba Torrens se fue al perímetro para hacer estallar al Santiago Martín, antes de que la propia jugadora española volviera a hacer vibrar al pabellón con una bandeja casi imposible. Laura Gil mandó el partido al tiempo muerto belga tras otro triple casi sobre la bocina y sentenciar un parcial de 7-0. El cuarto terminó con Ndour volviendo a pista, anotando un triple y dejando el partido en empate al final de los primeros diez minutos.

Empezó el segundo parcial como lo finalizó el primero, con canasta de Ndour. La jugadora de origen senegalesa debía ser importante en este encuentro y, hasta el momento, lo estaba consiguiendo. La igualdad se mantenía durante todo el segundo parcial. AMbos equipos ya se conocían de su enfrentamiento en la fase de grupos y eso se notó dentro de la pista. Más conocimiento, pero también más respeto, conscientes de lo que se estaban jugando ambos equipos. España puso la directa y comenzó a marcar su territorio en la cancha, gracias sobre todo al tiro exterior y a la buena defensa que estaban ejerciendo las jugadoras de Mondelo, que conseguían llevarse el duelo al descanso con cinco puntos de ventaja (32-27).

El planteamiento de España no cambió tras la vuelta de vestuarios. Seguir haciendo daño desde el perímetro y no dejar desplegarse a las belgas era la clave para no dejarse sorprender de nuevo por el equipo de Mestdagh. El cuadro de Mondelo estaba haciendo mucho daño y Bélgica sufría con las pérdidas de balón. España consiguió que Mestdagh parara el partido cuando el electrónico señalaba más 10 ellas (46-36). El crono avanzaba, pero las españolas se mostraban muy sólidas sobre la pista, tanto en ataque como en defensa, sin apenas dar opciones al cuadro belga, que veía como irremediablemente avanzaban los minutos sin que pudieran hacer nada para remediar la situación, viéndose además con desventaja en el marcador tras el tercer parcial (55-43).

El cuarto periodo, sin embargo, comenzaba de la peor manera: parcial de 0-11 (55-54) y la sensación de que todo volvía a empezar. España estaba incómoda en la cancha, Ndour cometía técnica y el nerviosismo empezaba a apoderarse del partido. Alba Torrens volvía a ser providencial desde el perímetro y serviría para aumentar la ventaja en el marcador y romper la dinámica negativa (60-54). Eso sí, a falta de cuatro minutos España ya contaba sus faltas por tiros, algo a tener en cuenta en defensa. Faltaba poco más de un minuto y el trabajo estaba hecho. Faltaba no volver a cometer errores y no permitir que el juego belga creciera. No ocurrió. España cerró el partido de la mejor manera posible, con triple de Marta Xargay incluido y con deleite del Santiago Martín, para cerrar una Copa del Mundo inolvidable.